Saga: Sí (1/3)
Autor: Leonardo Patrignani
Editorial: B de blok
Año: 2013
Género: Juvenil, romance
ISBN: 978-84-15579-10-6
Páginas: 304
Precio: 16€
Sinopsis:
Alex Loira, un chico italiano de dieciséis años, cae al suelo desmayado en medio de un partido de baloncesto. En ese mismo momento, Jenny Graver, una chica australiana de la misma edad, también se desvanece en su casa.
En los últimos cuatro años esta clase de sucesos se ha venido repitiendo con frecuencia. El hecho es que Alex y Jenny se comunican telepáticamente y, ansiosos por conocerse, se citan por fin en el muelle de Altona Beach, en Melbourne. Ambos están allí. O al menos eso dicen.
Porque ninguno puede ver al
otro. Marco, un amigo de Alex, descubre que se trata de la teoría del
Multiverso: nuestras vidas se desarrollan de manera distinta en una infinidad
de dimensiones paralelas. En el mundo de Alex, Jenny murió a los seis años. En
el mundo de Jenny, Alex existe pero no es su amigo. ¿Cómo podrán encontrarse? O
mejor todavía, ¿cuándo y dónde podrán encontrarse?
El libro comienza con Alex jugando al baloncesto (spoiler
alert: lo cual es completamente irrelevante para la trama, pero se dedica a
mencionarlo bastante en los primeros capítulos) cuando se desmaya, y a partir
de ahí empieza a hablar con Jenny, nuestra otra protagonista. Hasta aquí el
libro parece prometedor, un poco cliché boy-meets-girl, pero bueno, aceptable. Pero
conforme avanzan los capítulos y se descubre la naturaleza de los desmayos todo
empeora: para empezar la forma de narrarlo. Lo cierto es que, dado el título
del libro, es bastante fácil deducir por qué se dan los desmayos, pero
aparentemente al autor no se lo parecía, así que decide explicarlo a través de
diálogos muy molestos. No porque sean diálogos informativos completamente
antinaturales (qué también), sino porque intenta hacer que sean “normales”. Así
que cada párrafo de información tenemos un guion en el que pone “ajá” o “pero
no entiendo”, de forma que, además de enrollarse, a veces te lo reexplica de
forma que más que un libro parece que estás leyendo un ejercicio de rephrasing
del workbook.
Sin embargo, cuando va llegando el final del libro la situación se invierte: cuando deseas que ojalá alguien ponga una explicación lógica lo único que encuentras son las mismas explicaciones del principio: solo que ahora ya no aportan nada. Llega un momento en el que sus descubrimientos sobre su mundo se estancan, pero la trama sigue y en vez de avanzar en ellos, te los repiten haciendo creer que son argumentos distintos.
Pero bueno, hablemos de los personajes: como todo buen (mal) libro de YA que se precie, los padres no existen o son malvados opresores. Con multiverso nos encontramos en el segundo caso: a pesar que los padres de Alex llevan a cabo unas medidas más que lógicas (su hijo habla de gente que no existe y hace dibujos creepy, no me parece raro que lo lleven a un especialista), Alex lo único que puede pensar es que sus padres son malvados y es toda una conspiración. ¿DÓNDE ESTÁ LA EMPATIA, ALEX? Que oye, quizá si se pasaron un poco con la solución, pero huir como adolescente enfadado tampoco ayuda mucho. En fin, como tampoco es que la personalidad de Alex (o la de Jenny) estén muy definidas pues… básicamente son adolescentes estereotípicos, que tienen un romance típico de libro (o sea, se ven un segundo y ya se quieren con locura), sin ningún tipo de desarrollo de su relación: se quieren y salvarán al mundo con su amor y punto.
Spoiler:
Alex: rompiendo roles de género |
Y el sexo. Oh el sexo. Descrito en tres palabras (que son “hacer
el amor”) y completamente innecesario, ya que solo sirve para reafirmar su amor.
¿Cómo si el sexo fuese el sumun de una relación? Porque claro, hasta entonces
es amor de prueba o algo así. Además. Es el fin del mundo, estás en casa de un
desconocido y es bastante poco probable que no lleves condones (que están
huyendo de todo y la casa no es tuya, de dónde lo van a sacar). PERO NO, TODA
PAREJA TIENE QUE TENER SEXO PARA REAFIRMAR SU AMOR. UF.
Fin spoiler
Nuestro otro personaje es Marco, el amigo desaprovechado de Alex. Está ahí para ser listo y explicar cosas. Y para apoyar a Alex cuando lo necesita, porque si Alex quiere a Jenny por gracia divina, Alex y Marco son amigos porque friendship is power. Y por supuesto si Marco necesita a Alex él no está, porque es una amistad unidireccional. Aunque Marco no pueda andar (dato que se repite ochomilmillonespordos de veces, porque evidentemente esto es lo que más define a una persona).
Y hablando de descripciones: otro fallo. Son largas y
aburridas y, en general, innecesarias. Además, muchas veces cortan el ritmo,
están en mitad de una acción y pasa a describir el ambiente, para luego volver
con la acción.
Pero bueno, ya que está reseña solo está escrita para poder
insultar a gusto el libro, diré algo positivo también: la portada es bonita.
No hay conclusión. No la merece.
No hay conclusión. No la merece.
Nota:1/5